Aprendí que...

quien no te busca no te extraña, y quien no te extraña, no te quiere. Que la vida decide quien entra en tu vida y tu decides quien se queda. Que la verdad duele una sola vez, la mentira duele siempre. Por eso, valora a quien te valora y no trates como prioridad, a quien te trata como opción.

Viaje a Disneyland.

Hace 4 años, salíamos mi hermano y yo del instituto para ir a casa de mi abuela, almorzábamos allí ese día. Abrimos la puerta de la terraza, abrimos la puerta de la casa y... -Chiquillos, ¡nos vamos a Disney! Nos miramos y no sabíamos ni que decir...¿en serio que nos íbamos a Disneyland? Sí, era cierto. Quedaban unos 4 o 5 meses para irnos, aún nos quedaba bastante tiempo. Llegó el día, nos dirigimos al aeropuerto. Cogimos un vuelo a Madrid, y de Madrid a Francia. Aterrizamos, era todo diferente, carteles en francés, gente diferente, estábamos un poco desorientados. Cogimos una guagua familiar, para dirigirnos a Disney Resort, que era donde están todos los hoteles Disney, el nuestro se llamaba "Hotel Challenge" que el diseño era sobre el antiguo oeste. Llegamos, desayunamos y cogimos otra guagua para ir al parque. Que estaba a unos 4 o 5 minutos. Increíble la gente que había en la entrada, algo inexplicable. En la entrada hay una plaza, y 3 caminos, uno que va hacia los comercios y restaurantes Disney, otro a Disney Studio y otro a Disney Park. Atracciones, tiendas, personajes de Disney, un mundo diferente, un mundo mágico, un recuerdo, inolvidable.

Prohibido.

Prohibido fumar, prohibido el paso, peligro de muerte. No se permite respirar, se prohibe ir al infierno. Entretenerse, querer o quererse. Prohibido pensar. Esta prohibido ser, saber, tener ideas u opinar. Se prohibe terminantemente gritar, protestar u oponerse. Estamos prohibidos. Prohibido amar, enamorarse, besar, tocarse. Usar los bancos que hay en el parque. Pisar el césped. Esta prohibido correr o correrse. Estamos prohibidos, o no. Prohibido tu, prohibido yo, prohibido nosotros, prohibido los dos.

Las apariencias engañan.

La gente juzga a los demás por su apariencia, si, yo lo he hecho, todos ustedes lo habéis hecho. Pensamos que porque una persona tenga un estilo de vestir diferente ya es raro/a. Pues no. A lo mejor es una persona de puta madre. Vemos a alguien triste que tenga comportamientos extraños durante un tiempo y ya estamos juzgándolo/a y, ¿si tiene problemas en su casa, con su familia o esta pasando por un momento duro? Así que tenemos que aprender que no todo es lo que parece y que, las apariencias, engañan.

The Hunger Games.

Katniss silva, los pájaros la escuchan y cantan sin parar, pero no oía ninguna respuesta de Rue. Se oyen unos gritos, era ella, era Rue. Corrió sin pensárselo dos veces y sin parar, hasta que la encontró. Estaba atrapada en unas redes sin poder salir. Katniss la ayuda y Rue consigue salir. De repente aparece el enemigo, lanza una flecha y con un acto de reflejo Katniss consigue esquivarlo y rápidamente le lanza un flechazo en el pecho. Cuando cae, ella se da la vuelta y queda desolada, la flecha del enemigo había alcanzado a Rue en su abdomen. La coge en brazos y la abraza. No paraba de llorar y le dijo: -Tranquila, estas bien.  Rue le contesta: -Cántame. Y Katniss le canta la música que le gustaba a su hermana pequeña. "En lo mas profundo del prado, alli bajo el sauce, hay un lecho de hierba, una almohada verde y suave..." La mira y le cierra los ojos, estaba muerta. Se levanta y va en busca de flores para cubrirla y hacerle un ramo. Le coge la mano a Rue y le apoya con su mano el ramo de flores en su vientre. (¡PUM!) El cañonazo avisaba a los tributos de que uno de ellos había muerto.

"Felices Juegos del Hambre y que la suerte este siempre de vuestra parte."

Todo el mundo tiene un límite.

No, no evitaras que quiera largarme cuanto antes, si cada vez que me quiero ocultar, tu me conviertes en gigante. 
Me has llevado por corrientes de agua que van a tus redes. 
Tus ojos son dos primas desprendiendo oscuridad. No pretendas ofenderte, de quien no quiere hacerte daño. Me quiero evaporar entre la gente. No, lo vas a negar.
Algunas bases no resisten, y algunas palabras pueden asfixiar.
Puedes preguntar, preguntar por ahí.

Si, una gota colma el vaso, otras veces ya es el mar. ¿Es el mar esta vez? ¿No ves que no? Joder, me quiero evaporar entre la gente. Un día me iré, me iré de verdad.
No se si me vez del todo capaz.
De cambiar nombre y edad, y si me encuentras decirte: "¿De quien me estas hablando?". 
No lo haré jamás. 
Me falta valor o fuerza vital, quizás.¿De que me sirve salir de esta inmensa ciudad, si de quien pretendo huir, seguirá dentro de mi, y eres tu? Eres tu. Si puedo escapar, es con la mente y solo de tu mano.

Con la cabeza bien alta.

Me puse los cascos para oír un poco de música mientras andaba para llegar hasta mi casa. Escuchaba "For the first time - Script". Si, pensaba en ti durante el trayecto. Para llegar a mi casa siempre tengo que pasar por el lugar donde se reunen el grupo de matones de mi instituto. Los veía a lo lejos, fumando y bebiendo como locos, como de costumbre. Me quede blanco cuando de pronto vi una silueta. No me explicaba lo que estaba viendo. Mientras me acercaba cada vez mas no terminaba de creérmelo. Eras tú. Me quede de piedra. ¿Que hacías allí? ¿Y por qué? Pase a tu lado y no me puede resistir a mirarte, tenía que hacerlo. No entendía por qué me mirabas con esa cara... Y de repente... Caigo al suelo. Uno de esos matones me había empujado, solo por mirarte. Te reístes. No me lo podía creer, ¿por qué?. Me subieron unos escalofríos tremendos por mi cuerpo, de impotencia y rabia. Me levanté y le solté una piña en la cara a ese tipo. Cayó al suelo del golpe. No podía permitir que me vieras tirado así por culpa de uno de esos matones. Pero el golpe final, cuando me quedé helado, fue cuando te acercaste a mi y me dijiste: -Ni se te ocurra volver a ponerle la mano encima a mi novio. Mis ojos brillaban... cayó una lágrima, y mis labios brotaban. Me fui. No podía seguir ahí. El mundo se me cayó encima. No supe entender el por qué me habías hecho eso. No quise saber mas nada de ti. Y lo sigo manteniendo. Ya no formas parte de mi vida, ni lo formarás.
Nunca agaches la cabeza, por alguien que no merece la pena.

Sueños.

Ibamos tu y yo, caminando sin rumbo, en un camino sin fin. Juntos, agarrados de la mano, sin soltarnos ni un solo momento. Habíamos salido por la noche. Hacía frío. Pasaron horas y horas. Recuerdo el momento en el que te miré y te dije: -Cariño, ¿a donde vamos? A lo que me respondistes: -No lo sé, solo quiero estar contigo, da igual hacia donde vayamos, perdámonos, quiero ser feliz toda mi vida, junto a tí.
En ese momento solo se me paso por la cabeza darte un abrazo. Y decirte: -Cariño... desaparezcamos de este mundo. 
De pronto despierto, en una cama, me giro a un lado para decirte: -Buenos dias princesa. No estabas, era solo un sueño.

Un giro inesperado.

Llegó el momento. Preparando los últimos detalles para que estuviera todo perfecto. Todo en orden. Se abre el telón, aplausos. Comienza la escena, transcurría sin problemas. Llega el momento, un giro inesperado que lo cambia todo. Un simple detalle. No todo iba en orden. Todos me miran, todos se ríen, de mí . Mis piernas y mis manos comienzan a temblar, empiezo a acalorarme y a sudar sin parar. Mente en blanco. Pero algo me decía que tenía que hacerlo. Fue duro, pero lo hice. Se cierra el telón. Atacado, nervioso, mi odio se veía recorrer mis venas. Empieza el arrebato. Pasan segundos. Mi cuerpo me decía que parase, y así lo hice. Consigo relajarme. Pasa el tiempo. Lo que había empezado bien, acabó en un desastre.

Como dos niños chicos.

Pues como siempre, tenemos diferentes opiniones. Me llevas la contraria en todo. Siempre quieres tener la razón, y tu orgullo puede mas que tu. Y por eso, empezaban las peleas. Llegaba a un punto en el que decía: "Vamos a pasar del tema, porque será como siempre". Pero llego el día en el que reventé. No aguantaba mas, fijo igual, me cansaba, me tenias harto con lo mismo. Y no podía pasarte ni una. Reventé. Y aún así, seguías queriendo llevar la razón. Ahora mira, párate a pensar, y... ¿por que hemos llegado hasta donde hemos llegado? No merece la pena. Quizás te hayas equivocado tú, o quizás yo... quien sabe.